A lo largo de su historia, las hamburguesas han evolucionado desde aquel clásico filete “al estilo de Hamburgo” hasta formas y sabores que no dejan de sorprender a los burgadictos.
Una de las variantes que más fama (y con razón) ha ganado es la Smash Burger, y en Hideout, como expertos en prepararla, teníamos que satisfacer tu curiosidad sobre esta maravilla culinaria.
Así que vamos al lío, pero cuidado con leer este post poco antes de la hora de comer: podrías querer probar una antes siquiera de llegar al final.
La Smash Burger se llama así porque se aplasta. Una bola de carne que se cocina aplastándola directamente sobre una plancha muy caliente.
Nada de formar un disco perfecto como la hamburguesa tradicional. Aquí se lanza la bola de carne y se presiona con decisión. Al hacer esto, se crea una costra dorada que encierra todo el jugo en el interior. El resultado es una hamburguesa crujiente por fuera y escandalosamente jugosa por dentro.
Este método no es una locura sin sentido, ni la Smash Burger se descubrió cuando alguien tuvo la mala pata (o mala mano) de apoyarse sin querer sobre una hamburguesa puesta en la plancha.
Se basa en lo que los científicos llaman la reacción de Maillard, ¿cómo te has quedado? Esto es lo que ocurre cuando la carne entra en contacto con el calor extremo: los azúcares y aminoácidos se caramelizan y forman esa capa crujiente llena de sabor. La carne, al ser más fina, se cocina rápido y mantiene su jugosidad.
Así que no, no es solo “una hamburguesa aplastada”. Es una genialidad culinaria en formato street food.
Aunque ahora esté de moda en redes sociales y food trucks modernos, la Smash Burger nació hace décadas en los diners americanos. Allí, la prioridad era servir rápido, barato y rico. Y vaya si lo lograron.
Un cocinero con prisa, una espátula y un fuego puesto al máximo. No hacían falta más ingredientes. Lo que comenzó como una técnica práctica para “aligerar” se convirtió en una revolución del sabor.
Aunque puedes tunearla al gusto, la esencia de la Smash Burger está en la simplicidad bien ejecutada.
Lo fundamental es una buena carne con algo de grasa, un pan suave (tipo brioche), queso fundido y los toppings clásicos: cebolla, pepinillos y alguna salsa que remate la jugada. De hecho, por la forma de prepararse, no tiene un punto de la carne específico.
Pero más allá de los ingredientes, lo que define a una Smash Burger es su textura y el chute de endorfinas que te da en el primer crujiente bocado.
En nuestra hamburguesería de Barcelona no nos andamos con medias tintas. Cuando hacemos una Smash, lo hacemos con todas las de la ley. Nuestra carta de hamburguesas está pensada para quienes saben que una hamburguesa no es comida rápida, sino una delicatessen entre panes.
Así que, si te preguntas qué es una Smash Burger, ya lo sabes: es una forma de cocinar, de comer y de entender el sabor. Es cocina honesta, sabrosa y directa al paladar.
Cada bocado cuenta una historia. Y las Smash Burger que preparamos en Hideout dicen algo muy claro: aquí se viene a disfrutar.
Si estás por Barcelona y aún no has probado nuestras smashburgers, tenemos algo que decirte:
Estás a un paso (o pídela a domicilio) de entender por qué tanta gente la amamos.